Curiosidades sobre nuestros amigos gatunos

Los felinos son animales fascinantes: estos compañeros de elegantes movimientos y enormes ojos son capaces de conquistar a todo aquel que les conozca. Y si hay alguien que se resista a sus encantos, puedes contraatacar con algunas de estas curiosidades sobre los gatos.

Los gatos pueden producir hasta 100 sonidos diferentes. ¿Has contado los que emite tu mascota alguna vez?

Los gatos no pueden percibir el dulce con sus papilas gustativas, por eso no suelen sentirse atraídos por el chocolate y las golosinas. Pero ¡cuidado, porque hay algunos gatos glotones que intentarán robarte los dulces igualmente!

Otra de las curiosidades sobre los gatos más famosas es su capacidad de caer siempre de pie. Esto es porque consiguen girarse bastante rápido, y tienen tiempo de darse la vuelta mientras caen.

¿Sabías que los gatos tienen súper audición? Son capaces de localizar dónde está su presa exactamente. Sus orejas tienen 32 músculos, y pueden moverse y girarse para localizar mejor los sonidos.

La visión de los gatos es muy diferente a la de las personas. Tienen un ángulo muerto en su visión, de modo que si les colocas un dedo en el hocico no son capaces de verlo. Pero, en cambio, ven mucho mejor que nosotros en la oscuridad, y son capaces de concentrarse exclusivamente en su presa cuando cazan.

Los gatos son grandes saltadores. Pueden saltar hasta siete veces su propia altura, algo que les ayuda mucho cuando tienen que cazar.

La fisionomía de un gato es la de un perfecto animal cazador. ¡Hasta su lengua está diseñada para desgarrar la carne de tu presa!

Seguramente, los bigotes de tu gato te parecen muy graciosos, pero ¿sabías que son muy importantes para ellos? Se trata de terminaciones nerviosas que les ayudan a identificar olores.

Seguro que alguna vez has visto cómo tu gato huele algo con mucha atención, y que después te mira con la boca medio abierta. No lo hacen porque les disguste el olor, sino porque tienen un órgano en la parte superior de la boca que también les ayuda a percibir los olores.

Si ves un gato de tres colores, puedes estar casi seguro de que es una hembra. No hay machos de tres colores, a no ser que sean fruto de una anomalía cromosómica.